La energía solar desplazó al PH DIQUIS del ICE

MScEE Ricardo Trujillo Molina Cédula 8 0077 0211 Tel 2232 7429

No fue el cambio climático, ni las exigencias de los indígenas, ni la baja en demanda eléctrica (1), ni la crítica situación económica del ICE las causantes para que se desistiera del Proyecto Hidroeléctrico Diquís. Fue la cruda realidad del bajísimo costo con el que ahora se genera energía eléctrica en verano y al mediodía con recurso solar abundante y gratis. La misma suerte han sufrido otros proyectos hidroeléctricos, no sólo en Centroamérica, sino que en el mundo entero.

El costo de generar energía eléctrica con el potencial energético que siempre ha tenido la caída de agua de una altura a otra inferior, fue por muchas décadas el más bajo posible en todo el mundo. Pero eso cambió con el incremento en el precio del petróleo, ya que toda la maquinara para la remoción de tierras requiere de combustibles fósiles, y con el incremento en el costo del cemento, el cual está indexado al precio del petróleo. El costo de construir represas de filo de agua y de grandes reservorios, alcanzó en Costa Rica el nivel de los $ 5 millones de dólares por Megavatio de potencia instalada. La última de ellas, la del Reventazón, con 305 MW de potencia, terminó costando US$ 1,500 millones de dólares, y su propósito fue siempre el de aportar energía eléctrica de más bajo costo que la importada y la generada térmicamente en los meses secos del verano. (4) Sin embargo con un costo anual de operación de US$200 millones y generación de apenas 1 TWhora, la planta de Reventazón está generando a US $ 0,20 el KWhora. El PH Diquís se mantuvo en el Programa de expansión de la generación eléctrica del ICE por muchos años, como el gran reservorio de agua para suplir electricidad en meses secos, no solo a Costa Rica, sino que al mercado centroamericano. El PH Diquís estuvo siempre diseñado para generar energía a más de 6 centavos de dólar el KWhora.

Pero el mercado energético ha cambiado drásticamente en los últimos años, Guatemala logró después de 2 décadas de grandes inversiones en plantas eléctricas, un superávit de generación que ahora exporta con gran éxito a El Salvador e incluso a Costa Rica. La demanda energética de Panamá creció a un ritmo vertiginoso, y ahora será suplida con plantas generadoras de gas natural, muy probablemente de Trinidad y Tobago, Colombia y Venezuela. El ICE como único ente del país autorizado para importar y exportar electricidad en Costa Rica, sigue importando electricidad cara en los meses secos y exportando energía barata en los meses lluviosos.(2)

Las actuales plantas solares, que si bien es cierto solo operan durante las horas diurnas, todos los días del año, ahora generan a tarifas más competitivas que las hidroeléctricas. Ello debido a su bajísimo costo de construcción (US$ 1 millón ó menos por Megavatio de potencia) y al bajo costo de financiamiento acumulado durante los pocos meses de su construcción. Las hidroeléctricas en cambio, requieren de muchos años de planificación y construcción, lo cual eleva significativamente su costo de financiamiento acumulado previo a su ingreso en operación. Hay plantas solares en el mundo que ya generan a menos de dos centavos de dólar por KWhora. (3)

La gran interrogante que tenemos los abonados eléctricos en Costa Rica, es porqué si esta información ha sido del dominio del ICE, la entidad no ha decidido todavía aprovechar esa energía solar gratis que nos seguirá llegando a diario por el resto de la eternidad. ¿Sera acaso que no está interesado en ayudar al país a recuperar la competitividad productiva que por bajas tarifas en energía eléctrica perdimos por culpa de ellos mismos en menos de dos décadas?