La estéril guerra del ICE en contra de la generación solar

Ricardo Trujillo Molina MScEE

Desde que la Presidencia Ejecutiva del ICE la asumió la Ing. Irene Cañas, sus funcionarios están recurriendo al uso de mentiras técnicas y mensajes chantajistas,  con el fin de obligar a los abonados que han optado por la generación solar distribuida para su autoconsumo sin vertido de energía a la red, para que le firmen contratos que le permitiría cobrarles de por vida,  un canon fijo por la energía eléctrica generada  por el abonado. También el ICE está propalando la mentira que sus pérdidas económicas han sido  ocasionadas por la disminución de la demanda eléctrica a causa del surgimiento de la generación solar.

¿Porqué la generación solar?

El auge de la generación solar distribuida en Costa Rica se debe esencialmente a cuatro razones fundamentales: 1) el partido de gobierno la consideró hace varios años, como el mecanismo idóneo  para democratizar la generación eléctrica en contrapelo a lo que ellos siempre han considerado como una tendencia hacia  la privatización de la actividad,  2) ya está en vigencia el  decreto ejecutivo  39220-MINAE que la considera de interés social para cumplir las metas de carbono neutralidad con las que el país se comprometió, 3) a que tendremos energía solar gratis por el resto de nuestras vidas y 4) debido a que el costo para generar dicha energía es de apenas de 10 a 20  colones por KWhora comparado a los casi 175 colones que cobra el ICE en la tarifa residencial en exceso a los 200 KWhora por mes.

Generación CON y SIN sincronía con la red pública.

El decreto mencionado define dos tipos de generación solar, la desconectada de la red, lo cual se logra con inversores de bajo costo cuya señal de voltaje y frecuencia oscilan en total independencia y desacople con los de la red pública, y el tipo de generación interconectada con la red, la cual se logra con un tipo más sofisticado de inversores, los cuales oscilan en total sincronía con la frecuencia de la red, y generan un voltaje superior al que proviene de la red y que  llega y se mide en el tablero de distribución eléctrica interna propiedad del abonado, no en la acometida propiedad del ICE. 

Para el primer tipo de generación solar, la desconectada con la red, el decreto no exige convenio ó contrato alguno con las empresas distribuidoras de energía eléctrica. Para el segundo tipo, el decreto plantea un contrato de mutuo acuerdo, supeditado a que haya algún tipo de interacción inusual con la red, que no podría ser otra cosa que la devolución o vertido de excedentes de la generación solar hacia la red pública, ya que el ingreso de energía hacia el abonado siempre ha estado previamente contemplado en el contrato original de servicio entre la distribuidora y el abonado.

El primer tipo de generación solar, la desconectada de la red le ha permitido a miles de hogares rurales y en menos de 4 años, el contar con energía eléctrica de bajo costo, sin recurrir al ICE o a otra empresa distribuidora.

El segundo tipo de generación solar, la interconectada a la red, si bien es cierto comenzó a desarrollarse durante casi dos años y con buen ritmo con el proyecto piloto, ahora está siendo torpedeada por múltiples  mentiras por personeros y técnicos del ICE.

La más grande mentira es la de  amenazar al abonado con que incurrirá en un delito y en una demanda por el ICE, si no registra bajo contrato su planta solar. Argumentan las notas que envía el ICE, que en caso de una interrupción del servicio eléctrico para efectos de mantenimiento, el inversor del abonado podría generar altos voltajes peligrosísimos para la vida de los reparadores de las líneas del ICE. Argumenta el ICE que sólo con los documentos solicitados para el trámite del contrato puede   verificar que el Inversor propiedad del abonado, cumple con los estándares mundiales UL1741 e IEEE 1547.

En el uso de esta extraordinaria mentira, el ICE olvida muy a propósito, que el inversor del abonado, al igual que cualquier planta generadora de su propiedad, ante una salida de servicio de otras plantas o de alguna línea de transmisión, todos sus dispositivos de protección actuaran casi de inmediato, es decir en un lapso de 2 ó menos milisegundos, para evitar la sobrecarga de corriente que eso implica y el daño irreversible por extremo recalentamiento de sus embobinados y circuitos electrónicos.

En otras palabras, todos los inversores que se fabrican en el planeta, sin distinción alguna, poseen dispositivos de protección de última tecnología, de acuerdo al estándar IEEE1547, que ante casi cualquier falla en el servicio eléctrico comercial, los obliga a su apagado inmediato para evitar su daño irreversible. Es por lo anterior que la verificación del ICE sobre el cumplimiento de las normas UL 1745 e IEEE 1547 no es más que un requisito para poner trabas a la generación solar y evitar así perder ventas de energía, que el abonado tenderá a generar por su cuenta e inversión, todo ello a consecuencia de las  altas tarifas que le vienen cobrando en las últimas dos décadas.

Si bien es cierto que el ICE está enfrentando una caída en el crecimiento de la demanda eléctrica, no en su generación total anual, no es debido a la generación solar, sino que al resultado de una economía que está sufriendo por la pérdida de grandes inversiones en el sector industrial y comercial, y por la migración a otras fuentes de energía de menor costo, muy posiblemente a causa del incremento de las tarifas eléctricas, como es el caso de la migración al propano para cocinar y hacia los negocios rodantes y callejeros con uso de gasolina y diésel en sustitución de los negocios bajo techo con electricidad. La guerra que libra el ICE no le ayudará en lo absoluto, a pagar la inmensa deuda que tiene, ni a impedir que la generación solar se imponga como la tecnología de generación eléctrica para este siglo